Modo de preparación
Primero preparamos el crujiente de almendras casero troceando las almendras si están enteras. Si tienes almendras laminadas, basta con aplastarlas y romperlas con los dedos.
Echamos el azúcar con la cucharada de agua en una cacerola de fondo grueso y cuando caramelice (mientras el caramelo aún esté ligero) vertemos las almendras y agitamos ligeramente la cacerola. Echamos sobre papel de horno engrasado en una capa fina y dejamos enfriar.
Trituramos la barra de caramelo de almendras enfriada en la jarra de una licuadora a velocidad media durante 3-4 segundos para triturar todo, pero no pulverizarlo.
Montamos la nata. No intentes hacerla muy dura, debe ser más bien cremosa. Agregamos 4 cucharadas del crocanti preparado y mezclamos.
En la licuadora, trituramos el melón con el azúcar. Combinamos la mezcla de frutas con la nata, revolviendo suavemente con una espátula de silicona.
Distribuimos en 4 vasitos pequeños, sin llenarlos hasta arriba y guardamos en el congelador durante 30-40 minutos.
Preparamos la cobertura de toffee calentando la nata con la mantequilla y el azúcar moreno a fuego medio. Cocinamos, revolviendo, hasta que la mezcla adquiera un color caramelo, aproximadamente de 7, 8 a 10 minutos, tal vez a fuego lento durante un poco más. Dejamos que se enfríe un poco, pero no completamente.
Distribuimos de caramelo toffee sobre el semifrío y espolvoreamos generosamente con el crocanti restante. Servimos inmediatamente para sentir el contraste, ligeramente caliente y frío.
¡Un postre divino! ¡Disfrutar!