Modo de preparación
Como todos los moluscos bivalos de arena, las navajas de mar contienen bastante arena en su caparazón y, si no se limpia adecuadamente, corre el riesgo de convertir nuestro manjar en algo bastante desagradable. Entonces, un primer paso importante es ayudar a las navajas de mar a expulsar la arena que contienen. Hay 3 formas de hacer esto.
Una es dejarlas en agua de mar unas 3 horas, esta opción es imposible para los que viven lejos del mar.
Segundo método: llene con agua y agregue sal marina, al menos 1 cucharada colmada por cada 500 ml de agua. Permanecen durante 3 horas, cambiando el agua 3 veces durante este período. La arena se deposita en el fondo.
Una tercera opción es llenarlas con unos 500 ml de agua carbonatada y volver a dejarlas en el frigorífico durante 2-3 horas.
Las navajas limpiadas de arena se lavan bien y se secan.
El aceite de oliva se calienta a fuego alto, pero sin dejar que empiece a humear mucho, porque así se vuelve dañino. Espolvoree abundante sal gruesa en escamas y coloque las almejas encima, separadas unos de otras. Si en la sartén no caben todas, es mejor cocinarlas en dos tandas.
Cocine durante 1-2 minutos y girar durante otro minuto. Depende de qué tan grandes y gruesas sean, puede tomar hasta 2 o 3 minutos, pero no más. No las cocine demasiado, ya que se volverán duras.
Rocíe con un poco de jugo de limón, aceite de oliva, más sal en escamas y pimienta negra al gusto y sirva de inmediato, adornadas con rodajas de limón.
Esta es una receta básica, y dado que las navajas son tan deliciosas por sí solas, no necesitan sabores extra fuertes para eclipsarlas. Sin embargo, se obtiene una buena combinación si agrega un poco de ajo y perejil.
¡Disfrute de su comida!