Modo de preparación
Limpiar la calabaza y cortarla en trozos de 1 cm de grosor. Engrasar una bandeja con un poco de aceite, acomodar los trozos, espolvorear con dos cucharadas de azúcar, verter el agua y llevar al horno precalentado a 180 grados durante 30 minutos hasta que estén blandas.
Hacer el caramelo en una cacerola de cerámica o teflón. Para hacer esto, esparza el azúcar en la sartén, póngala en la estufa y derrita hasta que esté caramelo dorado. Es importante no mezclar el azúcar porque se hará grumoso. Levantar suavemente e inclinar la sartén hasta que se derrita todo.
Echar el caramelo en el fondo de un molde redondo de no más de 26 cm de diámetro, si usa un molde más ancho, el flan quedará plano. Extender el caramelo por todo el fondo girando e inclinando suavemente el borde. ¡No lo toques, el caramelo está muy caliente!
Retirar la calabaza del horno y colocar con cuidado los trozos sobre el caramelo aún caliente. De esa manera se pegarán y no flotarán en la superficie cuando viertas la mezcla de flan. Dejar enfriar.
Calentar la leche en una cacerola, agregar el azúcar y la vainilla. Remover hasta que se derrita. La leche debe estar tibia pero no caliente.
Alejar del calor. En un bol, batir los huevos y verter la leche en un chorro fino, removiendo constantemente, para que las temperaturas de las dos mezclas sean iguales y los huevos no se corten.
Cuando haya templado, puede verter la mezcla de huevo con cuidado en la leche, de nuevo con agitación continua. Tomar un colador y colar la mezcla. Verterla con cuidado en el molde sobre la calabaza y el caramelo.
Colocar el flan en el horno, ajustar a 160 grados y hornear durante una hora hasta que esté ligeramente dorado. Retirar, enfriar y refrigerar.