Modo de preparación
Para hacer la masa de chebureki de requesón utilizo harina de repostería, es perfecta para este propósito ya que hace que la masa sea elástica y permite que se extienda finamente sin que se rompa.
El amasado se hace de la forma habitual, primero se tamiza la harina, se hace un pozo y se vierte en él agua y grasa con sal. La única diferencia es que el líquido debe calentarse a 60 grados.
Amasar una masa suave y elástica y dejar reposar y relajarse. Se envuelve con un paño de cocina limpio para que no se seque.
Mientras tanto, se mezcla el relleno, lo cual es atípico para chebureki, ya que los clásicos se hacen con carne picada.
Estos son con requesón, lo que los hace más ligeros y adecuados para el desayuno.
Puede combinar requesón 50/50 con queso blanco tipo feta o experimentar con otros rellenos.
El queso rallado para el relleno también hace las empanadas irresistiblemente deliciosas.
Batir los huevos junto con el requesón y mezclar. Salpimentar al gusto y el relleno está listo.
Se arrancan trozos de la masa, se untan con aceite y se estiran finamente, similar a la masa de una tarta, pero no tan fina.
En la mitad de la masa (en forma de círculo), se pone del relleno en una capa delgada y se dobla y cubre con la mitad sin engrasar. Se presionan los bordes con los dedos y luego se sellan bien con un tenedor, como si fueran pelmeni o empanadillas.
Los chebureki se fríen en una cantidad generosa de aceite a fuego moderado o alto hasta que estén agradablemente dorados.
Se colocan un máximo de dos empanadillas en la sartén para que no baje la temperatura.
Se vuelven crujientes, con una corteza tentadora y un interior suave.
¡Cómelos calientes para el desayuno y disfruta!