Modo de preparación
Horno - 200 grados
Molde de tarta con fondo elevable, 32x22 cm, engrasado y enharinado.
Robot de cocina.
Ponemos la harina, la mantequilla en daditos y la sal en el vaso de la batidora.
Ponemos en marcha por unos segundos hasta que se formen migas. Agregamos el queso ricotta con la leche y volvemos a mezclar a velocidad alta hasta que se forme una bola de masa.
La envolvemos en film transparente y guardamos en la nevera por dos horas.
Engrasamos y enharinamos el molde de tarta con fondo elevable.
Extendemos la masa con un rodillo, debe tener un grosor de 0.5 cm. Cortamos un rectángulo de tamaño más grande que el tamaño del molde. Pasamos la masa al molde y presionamos para formar el fondo y los bordes altos. Retiramos la masa sobrante. Pinchamos la base con un tenedor.
Colocamos encima una hoja de papel de hornear y ponemos unos granos de alubias secas para hacer peso. Horneamos a 200 grados durante 10 minutos. Luego retiramos del horno, quitamos el papel con las alubias y terminamos de hornear por otros 10 minutos.
Retiramos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Para hacer el relleno, limpiamos y pelamos las manzanas, luego las cortamos en rodajas finas. Regamos con jugo de limón y espolvoreamos con canela. Agregamos la mermelada de albaricoques mezclada con vainilla y revolvemos bien con las manos. Untamos la masa horneada con la salsa que se ha formado en el fondo del recipiente con manzanas. Colocamos las manzanas y volvemos a regar con la salsa.
Horneamos a 180 grados durante 25-30 minutos.
Retiramos del horno, dejamos enfriar y servimos con salsa de caramelo.
¡Buen provecho!