Modo de preparación
Horno - 170 grados;
Bandeja forrada con papel de hornear;
La masa se puede amasar a mano o en un robot de cocina.
En caso de utilizar levadura fresca, hay que desmenuzarla en la leche tibia y dejar unos minutos para activar.
La levadura activada se vierte en el vaso de la batidora, se agregan los huevos, el azúcar, el azúcar de vainilla y la harina.
Amasar a velocidad baja de la batidora y cuando se forme una masa rugosa añadir el resto de la harina. Mezclar primero a velocidad baja hasta que la harina esté completamente incorporada, luego a velocidad media durante aproximadamente 3 a 4 minutos.
Si la masa es demasiado suave y pegajosa, se puede agregar de 3 a 4 cucharadas de harina. En mi caso, la adición fue de aproximadamente 3 cucharadas. La masa se despegará de las paredes del bol, la sacamos y la colocamos en un bol ligeramente engrasado durante unos 40 minutos.
La masa leudada se mide en una balanza (en mi caso era 1185 g/ y se divide en 24 partes iguales, o unos 50 g por porción de masa).
De cada pieza se forma una mecha de 30-40 cm de largo, se retuerce en forma de herradura, sin cortar su parte superior, se retuercen entre sí y luego con las manos se alarga ligeramente con la mano derecha estirándose y girando hacia arriba, y la izquierda se estira y gira hacia abajo.
Los dos extremos de la masa de arriba se cruzan hacia la izquierda y hacia la derecha, o viceversa. El Pretzel también tiene esta forma, puedes mirar la receta si algo no te queda claro con la forma.
Se disponen en la bandeja, se dejan reposar nuevamente durante unos 15 minutos.
Hornear a 170 grados durante unos 10-12 minutos.
El trozo extra de mantequilla se derrite, y cuando los bollos se sacan del horno, mientras aún están calientes, se untan generosamente con mantequilla derretida y se espolvorean generosamente con azúcar blanca más gruesa.
¡Los bollitos de azúcar tradicionales suecos (Sockerkringla) son muy sabrosos!