Modo de preparación
Disolver la levadura y el azúcar en la leche tibia. Cubrir el tazón y dejar reposar durante 10 inutos.
Tamizar la harina en un bol y hacer un hueco en el medio. Detro echar el aceite de oliva y la levadura activada. Mezclar con los dedos hasta que la harina absorba los ingredientes líquidos, luego transferir la masa a una superficie enharinada. Amasar una masa suave y no pegajosa agregando la harina en el proceso (si pones la sal en el principio, puede interferir la accion de la levadura.
Volver a dejar la masa en el bol, cubrirlo con un paño limpio y dejar leudar durante 1 hora en un lugar cálido. Tiene de diplicar su volumen.
Dividir la masa leudada en 5-6 partes y extender cada una de ellas con la ayuda del rodillo. Repartir el parmesano rallado y enrollar formando un caracol (también puedes dar otra forma a tus bollitos, lo que más fácil te venga).
Disponer los panecillos en la bandeja de horno engrasada o forrada con papel de hornear. Dejar espacio entre cada bollito. Pincelarlos con aceite de oliva y dejar leudar de nuevo por unos 30-40 minutos.
Precalentar el horno a 180 grados. Pincelar nuevamente los panecillos, esta vez con agua. Utilizar un cepillo de silicona para no presionar mucho la masa. Finalmente esparcir las semillas* (pipas de calabaza, pipas de girasol, sésamo negro, piñones).
Hornear durante 35 minutos, aumentando a 200 grados hacia el final para obtener un color dorado más bonito.
Sacar del horno los bollitos de parmesano con semillas y cubrirlos con un paño limpio por 10 minutos para que se ablanden.
¡Buen provecho!