Modo de preparación
Lavamos y secamos bien las costillas de cerdo. Cortamos en porciones de 3-4 costillas y opcionalmente hacemos un corte no muy profundo al lado del hueso en el centro de cada costilla.
Derretimos la manteca de cerdo a fuego lento (con la grasa de pato el resultado es mucho mejor) ¡No debe hervir!
Colocamos las costillas en una fuente de horno y vertemos encima la manteca derretida. Deben quedar completamente cubiertas con la grasa.
Ponemos en el horno precalentado a 90 grados y dejamos cocinar lentamente durante 4-5 horas. El resultado es sorprendente - una carne muy tierna jugosa.
Sacamos las costillas y colamos la grasa por si la queremos reutilizar para otros platos elaborados con el método de confitar carne , o simplemente para hacer unas patatas fritas.
Para terminar nuestras costillas de cerdo confitadas, espolvoreamos con sal y las especias y horneamos durante 10 minutos a 190 grados.
Servimos con unas patatas, otras verduras o ensalada fresca.
¡Buen apetito!