Modo de preparación
Se trata de una receta auténtica de Galicia, que se elabora principalmente durante los carnavales, de ahí su nombre. Las tortas fritas tienen una forma exclusiva que se parece mucho a orejas de cerdo.
Las orejas de carnaval están crujientes, tentadores y con un ligero sabor a anís.
Se sirven como postre, espolvoreado con azúcar y canela y te recomiendo que los pruebes para que sientas un poco el encanto de la bella Galicia.
Las recetas de Orejas de Carnaval pueden variar - algunas sin el aceite de oliva o vino, otras sin el aroma de naranja, pero los ingredientes que no deben faltar son la manteca de cerdo y el licor de anís. Aunque hoy en día la manteca a veces se reemplaza por mantequilla, te recomiendo que no lo hagas. Para mi, esta receta, que te presentaré es la más compleja, buena y exitosa.
Comenzamos por calentar el aceite de oliva a fuego lento y poner los pieles de los cítricos en tiras sin nada de partes blancas. Dejar al fuego 2 minutos y luego retirarlas. La idea es de que suelten su aroma en el aceite de oliva y olerá divino. Eso si, es importante utilizar un buen aceite de oliva.
Retirar del fuego, agregar la manteca, el azúcar, el licor de anís, el vino, una pizca de sal y remover hasta que se derrita la manteca y el azúcar. Esto bajará la temperatura de la mezcla y ahora puedes poner el huevo bien batido.
Agregue la harina a la mezcla cremosa resultante y revuelva. Cuando todos los ingredientes estén combinados y bien integrados, verter sobre una superficie ligeramente enharinada y amasar una masa suave y elástica. Es bastante grasienta, por lo que no debe pegarse, excepto un poco en el principio.
La masa debe quedar blanda, así que si es posible no agregue más harina.
Dividir en bolas un poco más pequeñas que un huevo y estirar cada una para aplanarla y para que quede finita. La forma no es tan importante, pero procura que sea algo ovalada y alargada. Yo la extiendo sobre un trozo de papel de hornear para que me sea más fácil, aunque la masa no debe pegarse en la encimera.
Ponga cada oreja en aceite caliente, verá que inmediatamente se forman hermosas burbujas. Freír hasta que estén doradas por ambos lados y retirar sobre papel de cocina absorbente.
Cuando los fritos se hayan enfriado, espolvorear con azúcar en polvo o de cristal (y canela si le gusta) y servir de postre, o para desayunar por la mañana.
¡Buen provecho!
