Modo de preparación
Calentamos la leche de cabra previamente hervida. No es necesario llevar a ebullición.
Dejamos templar un poquito y vertemos el cuajo según las instrucciones del fabricante. Removemos bien, tapamos la olla y dejamos reposar durante aproximadamente una hora y media.
Una vez cuajado, transferimos el queso fresco a una gasa grande, atamos los extremos y apretamos para que salga el suero. Podemos colar en un sitio adecuado y dejar que se vaya escurriendo poco a poco.
A continuación, disponemos el atado en un recipiente ligeramente inclinado y ponemos un peso encima. El suero lo podemos guardar para hacer requesón o utilizar en lugar de leche en numerosas preparaciones de panadería (por ejemplo en la elaboración de panes y bollos caseros).
Una vez que el queso de cabra casero haya reposado varias horas, ya esta está listo. Se puede consumir tal y como está o se puede salar.
Para que quede bien curado, el queso casero se deja reposar en salmuera, preparada con 1 litro de agua, la sal (100 g) y ácido cítrico(5 g). El liquido se hierve y luego se deja enfriar.
Almacenamos el queso en un recipiente herméticamente cerrado, cubierto con la salmuera.