Modo de preparación
Limpiamos el rodaballo sin desecharle la cabeza. Lavamos muy bien, secamos con papel de cocina y realizamos tres cortes superficiales en el lado más oscuro.
Untamos el pescado con aceite de oliva, incluido dentro de los cortes.
Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y engrasamos con aceite de oliva.
Lavamos y cortamos los calabacines y los ajos pelados en rodajas finas y las colocamos en la bandeja.
Rociamos con aceite de oliva y salamos al gusto.
Horneamos durante 10 minutos en el horno precalentado a 200 grados (el objetivo es que se vuelven un poco blandas, nada más).
Sacamos la bandeja y disponemos el rodaballo sobre las verduras (con la parte blanca hacia abajo). Si valoramos que hay riesgo de que los calabacines se pueden quemar, los metemos debajo del pescado.
Vertemos el vino blanco y un poco más de aceite de oliva y horneamos durante 25-28 minutos, aumentando la temperatura a 220 grados.
El rodaballo asado está listo cuando el liquido acumulado en las ranuras/cortes se haya evaporado y la carne se ve blanca y tersa.
Servimos este estupendo pescado asado al horno con una copa de buen vino blanco o vino espumoso.
¡Buen provecho!