Modo de preparación
Horno - 170 g;
Bandeja de horno forrada con papel vegetal.
En el bol de la batidora o manual poner la mantequilla y el azúcar. Batir. Raspe el fondo con una espátula. Añadir el aceite a chorro fino, batiendo constantemente a baja velocidad hasta que quede homogéneo. Agrega la vainilla y un vaso de coco, bate a velocidad baja mientras mezclas los productos.
Agregue la harina poco a poco hasta que esté perfectamente incorporada. Retire el vaso de la batidora, cubre con film transparente y refrigere durante al menos 2 horas. Pasado este tiempo, sacar la masa y formar bolitas entre las palmas de las manos (unos 30-32 g cada una). Colóquelas en la bandeja de horno.
Hornear a 170 grados durante unos 10 - máximo 15 minutos. La masa debe quedar blanca y no tostada, porque se agrietará.
Retirar del horno y dejar unos 5-7 minutos en la propia bandeja, porque son extremadamente frágiles y se rompen. Una vez enfriadas, pero aún tibias se rebozan en coco rallado y luego en azúcar glass, luego se colocan en un plato para servir.
Nota: La receta no esta muy bien presentada, por lo que me permito dar explicaciones adicionales, sobre todo en cuestión del peso de los productos, ya que no puedo trabajar con una taza medidora, porque las tazas son de diferentes tamaños y volúmenes.
Supongo que el vaso indicado en la receta es de 200 ml. La cantidad de harina no estaba especificada, así que me tomé la molestia de pesarla en cuanto la agregaba , pues para conseguir una masa blanda necesité unos 400 g. La pauta es que cuando aprietas la masa con la mano, tiene que dejar una marca de dedos, esto indica que está es una masa de mantequilla fuerte.
La masa de estas galletas únicas o pastas de té (en Turquía llamados kurabiye) es muy suelta, como masa quebrada, difícil de amasar y doblar. Pero una vez que repose en la nevera se relaja y ya es fácil de trabajar y moldear las bolitas.
Según la receta el horneado de estas galletas se le da 20 minutos, para mi es demasiado y por eso indico un máximo de 15 minutos. Hay que vigilar las galletas todo el rato, se tuestan rápidamente y se agrietan. Los Pismanie deben quedar perfectamente blancas.
