Modo de preparación
Lavamos bien las manzanas, les quitamos la parte central, las semillas y el rabito y cortamos en trozos grandes.
Colocamos los trozos de fruta en una olla, cubrimos con 500 ml de agua y llevamos al fuego. Cocemos hasta que estén bien tiernas.
Una vez listas, colamos y trituramos hasta obtener un puré suave. Para hacer el puré más suave todavía, podemos pasarlo por un colador de maya fina.
En una cacerola ancha, ponemos el azúcar con la vainilla y pectina. Removemos bien.
Agregamos el puré de manzana y removemos de nuevo. Llevamos al fuego y vamos removiendo constantemente mientas se cocina la mermelada. Esto es necesario para que no se nos queme en el fondo. Cocinamos hasta que la mermelada espese.
Consideramos que está lista cuando tomamos una cucharada del dulce de fruta y al inclinarla no se cae de forma liquida, sino en trocitos espesos y muy lentamente.
Una vez conseguido este punto, vertemos la preparación en un molde de bizcocho rectangular, forrado con papel vegetal. También podemos poner el dulce en varios moldes más pequeños.
Dejamos reposar durante 18 horas para de quede firme, luego desmoldamos dándole la vuelta sobre una bandeja. Volvemos a dejar por 2-3 días más a temperatura ambiente para que se seque, luego envolvemos en papel de hornear y almacenamos en el frigorífico hasta por 3-4 meses.
El dulce de manzana en moldes está listo.