Modo de preparación
Cortamos una de las naranjas en rodajas finas y colocamos en una fuente de horno ligeramente engrasada. Exprimimos el jugo de la otra naranja y el limón o lima.
Derretimos la mantequilla a fuego bajito. Agregamos las especias aromáticas y la miel. Vertemos los jugos de los cítricos, removemos bien y retiramos del fuego.
Lavamos y secamos el pollo. Untamos por dentro generosamente con la mezcla preparada y lo colocamos sobre la cama de naranjas. Vertemos encima el resto de la mezcla aromática y frotamos con los dedos para que penetre bien en cada parte del pollo.
Introducimos la fuente en el horno precalentado a 125 grados (sin ventilador) y cocinamos durante 30 minutos, luego aumentamos la temperatura a 140 grados y continuamos asando a fuego lento por 1 hora más.
La idea es de cocinar lentamente y así el pollo vaya absorbiendo de la salsa. De este modo se vuelve muy sabroso e increíblemente tierno y jugoso.
Pero es verdad que a todos nos encanta la piel crujiente del pollo, por lo tanto, una vez que esté listo, subimos la temperatura a 180 grados y horneamos hasta que esté dorado en la superficie. Podemos untar con más mantequilla. La piel se vuelve muy crujiente y deliciosa.
¡Aroma irresistible, jugosidad y sabor oriental que te van ha encantar!
* He visto esta receta en un programa de televisión mexicana, donde estaba invitado un chef árabe y enseño la receta. Desde entonces, aunque a veces cambio algunas de las especias por otras, horneo el pollo según este método y siempre sale un éxito total.
Si, es verdad que necesita más tiempo de horneado, pero realmente no requiere ningún esfuerzo. Una vez bien sazonado, se deja y se cocina por si solo.
¡Pruébelo!