Modo de preparación
Batir las claras de huevo con el azúcar, la sal y el azúcar vainillado. Se deben convertir en una mezcla liquida con burbujas, no en nieve.
Verter la manteca derretida y la leche condensada y volver a batir brevemente hasta que quede homogéneo.
Añadir la maicena en porciones junto con la levadura química, y cuando la mezcla espese, amasar a mano la masa de galletas blancas. Si la encuentra muy blanda, agregue más maicena.
Tomar pequeñas porciones de masa y formar bolitas de unos 20 gramos cada una. Disponer en cierta distancia en una bandeja cubierta con papel vegetal o previamente engrasada. La dosis es para dos bandejas rectangulares (las que tiene cada horno). Mi consejo es dar forma a todas las bolas a la vez, no esperar a que se hornee la primera dosis y luego formar las bolitas para la segunda. Esto se hace porque la masa se suele secar en la superficie y se desmoronará lo que dificultará dar forma a la segunda dosis de galletas.
Llevar al horno precalentado a 160 grados por 10-15 minutos. No espere a que los dulces se vuelvan dorados, sino que deben permanecer blancos con un bronceado suave apenas perceptible.
Guarde estas deliciosas galletas blancas en un recipiente cerrado hasta por una semana.
¡Buen provecho!
