Modo de preparación
Lava las patatas con agua fría, sécalas y colócalas en una cacerola grande (no hace falta pelarlas, ya que tienen la piel muy fina).
El propósito de la cacerola o la olla grande es tener más espacio al freír para que se puedan cocinar uniformemente.
Si no tienes una olla grande, fríe las patatas por varias tandas. Las patatas más grandes se cortan en trozos, las pequeñas se pueden dejar enteras.
Vierta más de 200 ml de aceite, que debe cubrir las patatas. Tapa/cierra bien la olla con papel de aluminio y sella bien los bordes.
Con un tenedor haga 4-5 agujeros en el papel aluminio para dejar salir el vapor. Lleve al fuego moderado y agite de vez en cuando. Fríe durante unos 20 minutos.
Luego retire el papel de aluminio, revuelva suavemente con una cuchara y continue friendo hasta que estén doradas.
Retire las patatas fritas terminadas con un cuchara grande, espolvorea con sal al gusto, pimienta negra o blanca molida, un poco de ajo en polvo y eneldo picado.
Sirva calientes.
Yo personalmente los prefiero sin aromas aditivas, excepto espolvoreadas con sal.
Las patatas nuevas fritas en una cacerola están listas.