Modo de preparación
Tamizar la harina, mezclarla con la sal y hacer un hueco en el centro. Verter el agua ligeramente tibia y el aceite en él.
Amasar una masa de pizza suave y elástica, envolverla en film transparente y refrigerar durante 30 minutos. Divide la bola de masa en dos partes iguales.
Estirar el primero en una fina masa de pizza de 1 mm de espesor.
Untar dos cucharadas de salsa de tomate y cubra con rodajas finas de calabacín, tiras finas de chalota y trozos de mozzarella. Espolvorear con un poco de sal, ricota, orégano, aceite de oliva y alcaparras.
Hornear la pizza fina hasta que esté dorada alrededor de los bordes - aproximadamente 15 minutos a 190 grados (en el horno precalentado).
Extender la segunda bola de masa de la misma manera y repartir el resto del relleno para la deliciosa pizza. Hornéala también en un molde para pizza.
Se obtienen dos pizzas finas muy sabrosas, crujientes en los bordes y muy ligeras.
¡Buen provecho con la pizza de masa fina con mozzarella, ricotta y calabacín!