Modo de preparación
Coloque una hoja pequeña de menta en moldes para cubitos de hielo, llene con agua y congele. Este será nuestro hielo de menta, que es una adición maravillosa, tanto hermosa como que aporta frescura y sabor adicionales.
Pele y corte en trozos grandes el jengibre y el limón, lavar bien la menta con agua corriente.
Ponga una olla con el agua a fuego fuerte y en cuanto hierva echa los trozos, y reserva la menta para el final. Reduzca el fuego a medio y cocine a fuego lento, tapado, durante 15 minutos.
Retire del fuego, deje caer las hojas de menta en la poción caliente y cubra nuevamente para infundir. Dejar enfriar por completo y colar.
Endulzar con miel. Debe quedar más líquido, no azucarado, porque de lo contrario sería difícil disolverlo en el líquido ya enfriado. ¡No lo disolvemos mientras está caliente, para que no pierda sus valiosas propiedades!
Durante todo este proceso, se debería haber formado el hielo (si no, espéralo). Vierta el té helado en dos vasos a juego y deje caer un hermoso cubo de hielo de menta en cada uno.
Disfrute de este té helado refrescante y saludable tanto para refrescarse como para estimular la inmunidad.