Modo de preparación
Sacamos el magret de pato de la nevera y dejamos que tome temperatura ambiente para que no esté frío cuando lo asamos. Mientras tanto, preparamos la guarnición de peras.
Picamos la cebolla en trozos grandes y salteamos en mantequilla con una cucharada de aceite de oliva. Revolvemos ocasionalmente. Cuando se ablande (unos 10 minutos), agregamos las peras peladas en trozos, cortamos las vainas de vainilla a lo largo y raspamos las semillas. Vertemos el vino dulce, una pizca de sal y cocinamos tapado durante 30 minutos a fuego moderado. Vamos removiendo de vez en cuando para que no se queme en el fondo (si quieres reduce la potencia del fuego).
Trituramos la salsa terminada. Debe tener una consistencia espesa como mermelada. Si lo desea, agregue sal para un contraste dulce-salado.
Hacemos cortes en forma de diamante en la piel de la pechuga de pato sin entrar en la carne. Frotamos con sal solo del lado de la piel.
Calentamos una sartén antiadherente de fondo grueso a fuego alto. Colocamos la pechuga de pato con la piel hacia abajo y cocinamos hasta que esté dorada oscura. Deshechamos la grasa separada en un recipiente aparte (si está oscura y quemada, deséchela, de lo contrario, puede usarla para hacer patatas fritas o agregar un poco a la salsa).
Volteamos y cocinamos hasta que se dore oscuro por el otro lado, reduciendo el calor en 1-2 grados. Como un magret de 400 gramos también es grueso, también se puede sellar por los lados. El interior debe permanecer rosado.
Servimos el magret de pato inmediatamente con la salsa dulce aromática. ¡Una combinación bastante interesante que te sorprenderá y fascinará!
*Antes de cortar la carne, la dejamos reposar 3-4 minutos. Puedes envolverla con papel de aluminio para que no se enfríe.
Espolvoreamos con sal Maldon en escamas.