Modo de preparación
En dos tazones separar las claras de las yemas. Montar las claras de huevo con una pizca de sal durante 3-4 minutos.
Batir las yemas con una batidora junto con 100 g de azúcar y la vainilla hasta que estén blancos. Combinarlos en un bol removiendo con cuidado de abajo hacia arriba para que no se caiga la mezcla.
En otro bol, mezclar la harina tamizada con la levadura química, la maicena y una pizca de sal. Añadir las almendras molidas. En porciones, agregue la mezcla seca a la mezcla de huevo. Vierta la mantequilla de vaca derretida en un hilo. Homogeneizar la mezcla. Forrar un molde de 20 cm con papel de hornear.
Verter la mezcla para bizcocho. Alisar y hornear la base a 180 grados en horno precalentado con ventilador durante unos 25 minutos, luego desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Para la crema, montar la nata enfriada hasta que se formen picos rígidos. Agregar una cucharada al queso philadelphia, mezclar bien y agregar la nata. Colocar la gelatina en un vaso de agua fría para que se hidrate.
Incorporar la gelatina y 50 g de azúcar al jugo de limón. Poner el líquido en el fuego y revolver hasta que la gelatina se derrita. Agregar a la crema y mezclar bien.
Cortar el bizcocho enfriado horizontalmente. En un molde de 20 cm. desmontable, poner una mitad, verter toda la crema, alinear y tapar con la otra mitad. Refrigerar el pastel durante 5-6 horas.
¡Decorar el pastel de arándanos enfriado con arándanos frescos y espolvorear con azúcar en polvo!