Modo de preparación
Para esta crema clásica, separé 100 ml de la leche, que puse en un recipiente adecuado, agregué las dos yemas y la maicena y con una batidora de cocina mezclé hasta que quede completamente suave.
Puse la leche restante en una cacerola pequeña, agregué el azúcar y la puse a hervir en el fuego.
Cuando eso pasó, lo retiré del fuego y en un hilo fino, revolviendo constantemente, añadí la primera mezcla y la vainilla.
Lo volví a poner al fuego, reduje el fuego de 6 a 5 y lo puse a hervir, revolviendo constantemente, hasta que hierva y espese. No debe cocinarse por mucho tiempo, ya que puede quemarse fácilmente.
Retiré y agregué la mantequilla. Removí hasta que se absorbió. Dejé la crema de vainilla durante unos 8-10 minutos para que se enfriara un poco, revolviendo ocasionalmente.
Mientras tanto, en un bol completamente seco, batí las claras de huevo, en cuanto empezaron a espesar, añadí la cucharada de azúcar y seguí batiendo hasta que se convirtieron en nieve espesa.
Cuidadosamente comencé a agregarlas a la crema rústica de vainilla ligeramente enfriada pero aún tibia, hasta que la mezcla estuvo aireada y suave.