Modo de preparación
1 taza = 200 ml
Derretir la mantequilla y dejar enfriar.
Tamizar la harina y el polvo de hornear. Agregar todos los ingredientes para la masa. Triturar o ralle el queso en un rallador grueso. Es bueno usar queso más duro.
Amasar masa medianamente blanda. Envolverla en film transparente y refrigerar durante al menos 30 minutos hasta una hora.
Dividir la masa enfriada en dos partes. Extender con un rodillo cada una en un rectángulo de aproximadamente 0.3 - 0.5 cm de grosor. Cuanto más delgada estire la masa, más crujientes se volverán las galletas saladas.
Mezclar la yema reservada con un poco de agua y pincelar la masa. Espolvorear con queso parmesano finamente rallado o semillas de tu elección. Hice ambos. Una mitad con semillas, la otra con parmesano.
Con un cortador de pizza, corta en tiras finas de aproximadamente 1 cm.
Colocar los palitos salados en bandejas para hornear forradas con papel para hornear. Necesitarás dos bandejas de horno.
Hornear los palitos salados con parmesano y orégano en el horno precalentado a 180 grados con ventilador durante unos 20 minutos, hasta que adquieran un bonito bronceado.
Después de hornear, deje que los palitos de queso se enfríen por completo y luego guárdelos en un recipiente hermético hasta por 2 o 3 días.
¡Buen provecho!