Modo de preparación
Lavar y escurrir las fresas. Tamizar la harina, el cacao en polvo y la sal en un bol. Agregar azúcar en polvo, yemas de huevo y mantequilla a la mezcla de harina.
Mezclar con las yemas de los dedos hasta obtener una textura desmenuzable. Añadir un poco de agua fría hasta que se pueda formar la textura de la masa.
Envolver en film transparente y refrigerar por 30 minutos o congelar por 15 minutos.
Llevar la leche, la vainilla y el azúcar a fuego lento en una cacerola.
Disolver la maicena en 3 cucharadas de leche caliente. Mezclar con la leche en el cazo y remover a fuego lento hasta que espese.
Agregar las yemas de huevo y la mantequilla a la mezcla de leche. Revolver a fuego lento hasta que espese.
Colar la crema para obtener una textura suave.
Cubrir con film transparente y refrigerar hasta que esté lista para usar.
Precalentar el horno a 180 grados. Engrasar los moldes para hornear con mantequilla.
Retirar la masa para las tartaletas del refrigerador. Extender la masa finamente entre dos hojas de papel de aluminio.
Transferir la masa a los moldes, presionar para que encaje bien, luego recortar el exceso de masa hasta el borde.
Hornear por 12 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar. Retirar de los moldes.
Llenar todas las canastas con crema.
Cortar las fresas frescas como más te guste y colocarlas encima de la crema de vainilla.
Espolvorear las tartaletas de frutas con crema de vainilla con azúcar glass por encima.