Modo de preparación
Horno - 200 grados;
Una bandeja plana cubierta con papel de hornear;
Funciona tanto con batidora como a mano.
Vierta la harina, el azúcar, la sal y el agua tibia en el bol de la batidora y amase la masa. También se puede mezclar con una cuchara de madera. Amase durante unos 5 - 7 minutos hasta obtener una masa suave. Ponla en un bol, tapa y deja leudar durante unos 30 minutos.
Saca la masa leudada, pésala en una balanza y divídela en 10 trozos iguales de peso. Dales forma de bolas.
Vierta el agua en una olla, deja hervir y retire del fuego. Agregue el bicarbonato de sodio. Verás que se produce una fuerte reacción entre el agua caliente y el bicarbonato. Vuelva a poner al fuego bajo.
Con una espumadera, deje caer las bolas de masa, déles la vuelta y sáquelas, colóquelas en la bandeja para hornear.
Cada bola se parte con un cuchillo afilado en medio de una cruz. Espolvoree con sal y coloque en un horno precalentado a 200 grados durante unos 20 minutos.
Nota: Estos panecillos se hacen durante el Oktoberfest junto con los pretzels.
Oktoberfest es una de las fiestas más populares del mundo. Se lleva a cabo en Munich desde 1810. La asistencia es enorme, superando los 6 millones de personas. Visitar el Oktoberfest es una pequeña aventura de ruido, montañas rusas, rueda de la fortuna y muchas otras diversiones, la principal es probar la cerveza especial con mayor contenido de alcohol que se elabora para la festividad. La mayoría de los alemanes están vestidos con traje tradicional, muy colorido, hermoso y elegante.
En ese momento, Munich se llena de varios colores y se adorna con muchas flores. Así está decorado su Ayuntamiento, sus ventanas se llenan de flores frescas, en su mayoría margaritas, que se desbordan por las ventanas.
El Oktoberfest no tiene horario de apertura: durante toda la noche se bebe cerveza, se canta, se baila y se comen pretzels y deliciosas salchichas alemanas. No hay persona que no tenga en la mano una jarra de cerveza de 1 litro.
El ambiente del Oktoberfest es único a su manera, lleno de gente de todo el mundo, casi de todos los rincones del mundo.
Tuve el placer de asistir tres veces y puedo decir que es una experiencia única.