Modo de preparación
Tamizar la harina, hacer un hueco y poner en él la levadura seca, el azúcar, el huevo, la leche y la sal. Amasar la masa, suave y elástica. Colocar en un bol, tapar con un paño húmedo y dejar leudar.
Colocar la masa leudada sobre una superficie enharinada y extender en forma oblonga de 25 cm de largo, esparcir la mantequilla por encima uniformemente y tapar para que no se vea la mantequilla, y estirar con un rodillo hasta obtener un rectángulo alargado.
Cubrir el triángulo tres veces, envolverlo con film trasparente y guardarlo en el refrigerador durante 40 minutos. Sacar y volver a estirar con el rodillo, pero ahora perpendicular al lado del pliegue.
Ahora, nuevamente, cubrir tres veces y dejar en el refrigerador por otros 30 minutos.
Hacer este procedimiento una vez más, pero luego dejar la masa toda la noche en la nevera.
Por la mañana la masa ya está lista para hacer los croissants. Cortarla por la mitad y extender con el rodillo en una corteza de 5 mm de grosor.
Formar un rectángulo alargado, del que cortar triángulos y darles forma de croissants, luego disponer en una bandeja adecuada, engrasada o forrada con papel de hornear, también engrasado con un poco de mantequilla.
Dejar leudar, untar con yema de huevo, espolvorear con las semillas y hornear en horno precalentado a 180 grados.