Modo de preparación
Pele los tomates y triture o mezcle en una licuadora durante 2 minutos.
A ellos vierta el yogur griego, agua fría, jugo de limón, pimienta negra, aceite de oliva y solo las hojas de la ramita de menta. Reserva algunas hojas para decorar.
Vuelva a triturar durante 2 minutos a alta velocidad hasta que quede perfectamente suave y esponjoso. Si lo desea, agregue más jugo de limón o sal y pimienta para ajustar a su gusto.
Vierta la sopa fría de tomate en cuencos, decora con hojas de menta, chorritos de aceite de oliva aromático o, si lo deseas, añade una cucharada de leche condensada a cada ración.
Sirva la sopa inmediatamente o deje enfriar en la nevera. Se puede guardar hasta por un día.
¡Buen provecho!