Modo de preparación
Para la masa, vierte en un bol la harina con la levadura y las pizcas de azúcar y sal. Cortar la mantequilla por dentro en trozos, preferiblemente duros.
Con los dedos, frote hasta obtener migas, luego vierta el agua y combine las migas en una masa suave.
Estirar sobre una superficie enharinada en una corteza redonda muy fina. Debe ser lo suficientemente grande para cubrir el fondo y los laterales (al menos 2 cm) de un molde de quiché o una tarta de 26 cm. Si tiene el fondo desmontable, sería muy conveniente, pero no es necesario.
Si tiene dificultad para transferir la fina masa al molde, hay otra opción fácil. Como la masa no es dura, permite extenderla dentro del molde directamente con los dedos. En este caso, intente que quede uniforme y bien adherida a los los bordes.
Perfore la masa con un tenedor pinchando el fondo y guárdela en el refrigerador o congelador mientras prepara el relleno. Enciende el horno y caliéntalo a 180 grados.
Limpiar los champiñones y el pollo (si tiene patas blancas). Córtalos en cubos pequeños y saltéalos a fuego alto en aceite de oliva con un poco de sal y pimienta. Cuando el pollo se ponga blanco, retíralo del fuego.
Batir los huevos con dos pizcas de sal y añadirles la leche y la nata.
Extienda la carne con los champiñones sobre la masa enfriada, espolvoree con Emmenthal rallado, vierta sobre la mezcla de huevo y leche y ralle el Emmental restante encima. Puedes sustituirlo por queso normal, y puedes poner más si gustas.
Coloque en el horno precalentado y hornee durante unos 25-30 minutos o hasta que esté bien dorado.
Sirve este quiche increíble tibio para picar a cualquier hora del día.
¡Disfrute de su comida!