Modo de preparación
Para hacer la masa, tamiza la harina con el polvo de hornear y mezcla con la sal y el azúcar.
Cortar la mantequilla fría en trozos y pellizcar con los dedos hasta que se formen migas.
Echar el agua y combinar las migas en una masa compacta.
Extienda con el rodillo formando una costra muy fina de unos 17-18 cm de diámetro, para evitar que se rompa al pasar a la bandeja, lo mejor es estirarla sobre una capa de papel de horno y luego colocarla directamente en el molde de 16 cm de diámetro.
También puedes pasar la masa en la bandeja y despegar el papel, la elección es tuya. La única condición es que las paredes deben estar cubiertas de masa y tengas espacio en la que verter el relleno.
Perfore el fondo de la base con un tenedor y refrigere.
Mientras se enfría la base, pela las raíces de chirivía y con el mismo pelador córtalas en tiras finas a lo largo. El peso del tubérculo en la receta es de chirivías sin pelar y limpias.
Ponga las tiras finas de la verdura en un bol y mezcla bien con la miel y el aceite de oliva.
Disponga en una fuente ancha y hornea durante 10 minutos en el horno hasta que se doren ligeramente.
Cuando saque las chirivías, mete el molde con la base de tarta en su lugar y hornee durante 8-10 minutos a 180 grados. No debe dorarse.
Prepare el relleno para la tarta salada batiendo los huevos con una pizca de sal. Verter la nata, desmenuzar el queso de cabra y sazonar con hojas de tomillo fresco, es más aromático que el tomillo seco.
Saca la masa del horno y ponle la mezcla. Coloque las tiras de chirivía una al lado de la otra en la parte superior.
Regrese al horno y hornee durante 10-15 minutos o hasta que el relleno esté bien cuajado. Mi consejo es hornear en la posición más baja.
Sirva la tarta de chirivía y queso de cabra caliente, agregando más del aromático tomillo encima.
¡Disfrute de su comida!