Modo de preparación
Ponga la leche y la nata con el azúcar, una pizca de sal y la vainilla en la estufa a fuego lento. Primero debes quitar las semillas de las vainas de vainilla y ponerlas junto con las vainas vacías en la leche.
Batir bien las yemas y verterlas en un chorro fino. El fuego debe ser muy bajito, para que no se corten las yemas. Solo necesitan calentarse un poco.
Remover durante 8 minutos manteniendo 80-90 grados.
Retirar las vainas de vainilla y dejar que la mezcla se enfríe por completo. Luego verter en un recipiente apto para congelar, ya que el espesor del helado no debe exceder los 4 cm. También se pueden rellenar moldes adecuados con un palito para mayor alegría de los niños.
Guardar en el congelador durante al menos 10 horas, luego se puede sacar el helado para niños, cortarlo en trozos si es muy duro y triturarlo en una licuadora para que quede aún más cremoso y esponjoso. Eso es solo si no está en polos, por supuesto.
Y sin llegar a este paso, el helado queda muy suave y cremoso y casi no se han formado cristales, por lo que se puede comer en este estado (sin triturar).
Servir a pequeños y mayores, espolvoreando con fideos de azúcar de colores o la decoración que decidas. Todo de pega bien, ¡desde el chocolate hasta la fruta!
¡Disfrutar!