Modo de preparación
Disolver la levadura y el azúcar en el agua ligeramente tibia. Dejar que se active durante 7-8 minutos.
Tamizar la harina en un bol, junto con la sal. Haz un pozo en el que viertas la leche y la levadura hecha espuma.
Amasar una masa suave, agregando harina según sea necesario hasta que quede suave y no pegajosa. Engrasar las manos con el aceite para que sea más fácil trabajar con la masa.
Dejar la masa en el bol y tapar con un paño. Espererar a que duplique su volumen, aproximadamente 1 hora.
Estirar en una corteza gruesa, un poco menos de un centímetro. Con un cuchillo afilado, cortar bollos en forma de rombos.
Engrasar generosamente el fondo de una bandeja de horno y colocar los buñuelos en ella a una distancia. Cepillar cada uno de ellos con una cantidad generosa de aceite y dejar leudar en un lugar cálido durante unos 30-40 minutos.
Precalentar el horno a 180 grados y hornear los bollos esponjosos hasta que se pongan dorados, aproximadamente 30 minutos. Finalmente, puede aumentar el calor a 200 grados, para que se doren más rápido, pero no los cocine demasiado para que no se sequen (hornee en 2-3 tandas, dependiendo del tamaño de su molde).
Mientras están calientes, unte con mantequilla y envuélvalos en una toalla para que se ablanden. Tan pronto como estén casi fríos, espolvorear generosamente con azúcar en polvo y servir. Increíblemente deliciosos buñuelos de yogur al horno que son una versión más saludable de los típicos buñuelos fritos.