Modo de preparación
Mezclar la carne picada con el huevo, el alcohol, todas las especias, la sal y la cebolla picada.
Déjala reposar en el refrigerador durante unas horas y luego dale forma de albóndigas un poco más grandes que una nuez.
Coloque las albóndigas en una bandeja para hornear engrasada o forrada con pergamino y colóquelas en un horno a 200 grados durante 15-20 minutos o hasta que estén bien doradas.
Mientras se hornean, pica la cebolla y fríela hasta que esté blanda en la mantequilla caliente y el aceite de oliva. Agregue el azúcar y una pizca de sal y mezcle durante otro minuto o dos.
Disuelva el la maicena en 200 ml de agua junto con la pastilla de caldo. Vierta sobre la cebolla, revuelva brevemente y agrega la nata.
Agrega la pimienta negra y cocina la salsa durante 10 minutos a fuego moderado. Puedes cocinar un poco más de tiempo hasta que obtengas el espesor deseado.
Una vez que las albóndigas estén horneadas, colócalas en la salsa hirviendo durante unos 4-5 minutos.
Sirva el plato espolvoreado con perejil fresco picado.
¡Disfrute de su comida!