Modo de preparación
Primera capa: la gelatina se disuelve en un poco de agua (6 cucharadas), según las instrucciones del paquete, y se deja hinchar.
Las fresas se lavan y se disponen en el fondo de un molde para pasteles. Si lo deseas, puedes cortarlas, pero con enteras es más bonito.
Ponga el agua y el azúcar en un recipiente adecuado en la estufa. ¡El líquido debe calentarse, pero no se debe llevar a ebullición! Retire del fuego y agregue la gelatina, revolviendo hasta que se derrita. Espera diez minutos a que se enfríe y vierta con cuidado sobre las fresas. Refrigere hasta que se gelifique (al menos dos horas).
Segunda capa: disuelva los paquetes de gelatina en agua (12 cucharadas). Pon la leche, la nata y el azúcar en una olla al fuego. Cuando esté caliente (sin que hierva), retira del fuego y añade el chocolate partido y la gelatina.
Revuelva hasta que el chocolate se derrita. Esperar al menos 20 minutos para que la mezcla se enfríe (para que la capa inferior no se licúe) y vierta sobre las fresas.
Refrigere la panna cotta preparada durante al menos cuatro horas, preferiblemente durante la noche.
Luego voltea la panna cotta de fresas en una bandeja para servir.
Un postre muy ligero y fresco, apto para el verano.
Puedes sustituir el azúcar por miel o edulcorante.