Modo de preparación
Cuando recoja flores de diente de león, primero asegúrese de que el lugar donde las está recogiendo esté despejado, limpio, sin coches que pasen cerca.
Si las flores tienen tallos, quítelos, luego lávelos bien en un colador con agua corriente y escúrralos.
Agregue un litro de agua a cada cuatro puñados de dientes de león. Ponga al fuego y lleve a ebullición, luego retire del fuego y deje reposar toda la noche.
Al día siguiente, cuele a través de una gasa, apretando bien las flores. Añada el azúcar y el limón cortado en rodajas, pero sin piel, y cocinar a fuego lento, procurando que la mezcla no hierva, sino que se evapore, para conservar las propiedades beneficiosas del diente de león en la miel. Esto puede llevar un día entero, así que ármate de paciencia.
Para asegurarse de que la miel haya alcanzado la consistencia deseada, deje caer una gota en un plato, no debe derramarse.
Cuando el dulce esté listo, agregue el ácido cítrico, hierva durante 1 minuto y vierta en frascos calientes y secos, que luego coloque boca abajo.
De esta dosis obtuve 6 botes pequeños y 3 de 410 g.
El dulce o miel de diente de león es muy rico.