Modo de preparación
Horno - 175 grados;
Molde rectangular de 20/20 cm cubierto con papel de horno y espolvoreado ligeramente con harina.
Primero prepare la cobertura de migas para dejar en el congelador. Deben congelarse para que sea más fácil rallarlos encima de la tarta.
En un bol ponemos la mantequilla fría en cubos con el azúcar, la harina y el coco rallado. Batimos con una batidora manual hasta que la mezcla se reduzca a migas.
También se puede utilizar una batidora eléctrica. Por último, añadimos las almendras troceadas y mezclamos rápidamente a mano. La mezcla se coloca en una bolsa de plástico o se envuelve en film transparente, se le da forma de cubo y se deja en el congelador hasta que se congele.
El pudín de vainilla se disuelve en la leche junto con el azúcar. Se coloca a fuego moderado y la crema se cocina durante unos 3-4 minutos (sin dejar de remover). Retiramos del fuego, transferimos a un recipiente plano, cubrimos bien con film transparente y dejamos enfriar por completo.
Los albaricoques se limpian, se parten por la mitad y se cortan en tiras finas. Espolvoreamos con 1 cucharada de harina, revolvemos, para que la harina absorba su humedad durante la cocción.
Para hacer la base, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una crema espesa. Agregamos la mantequilla derretida mientras batimos continuamente con una batidora a velocidad baja, luego incorporamos la harina con el polvo de hornear. Agregamos la vainilla y volvemos a batir hasta que quede suave.
Vertemos en el molde, alisamos y espolvoreamos con 1 cda de harina a través de un tamiz, para que las frutas no se hundan. Colocamos las tiras de albaricoque una al lado de la otra en la superficie y extendemos la crema de manera uniforme por encima de la fruta.
Sacamos las migas de mantequilla congeladas y rallamos con un rallador grueso sobre el pastel.
Parece una gran cantidad pero es que quedan muy esponjosas. Utiliza toda la cantidad, repártela por toda la superficie, dale forma ligeramente con la yema de los dedos para distribuirla bien.
La tarta se hornea a 175 grados durante unos 40-45 minutos. Si es necesario durante la cocción, se puede cubrir con papel de aluminio para que las migas de mantequilla no se quemen.
Retiramos del horno y dejamos enfriar completamente en el molde, luego desmoldamos. Cortamos en porciones y servimos.
