Modo de preparación
Pele las patatas y la calabaza y colóquelas en un recipiente con agua. Pica la cebolla y saltéela hasta que esté blanda en el aceite calentado a fuego bajo o medio.
Escurra la calabaza del agua en la que ha estado y córtela en cubitos. Tan pronto como la cebolla ya se haya ablandado y haya comenzado a tomar un color caramelo, agregue los cubitos de calabaza y suba el fuego. Agregue una pizca generosa de sal y cocine por 4 minutos.
Agregue la carne picada a la calabaza y la cebolla, luego vierta el puré de tomate y el pimentón. Fríe durante otros 3-4 minutos, revolviendo constantemente, hasta que la carne picada se desmorone. Retire del fuego.
Corta las patatas en trozos del mismo tamaño que la calabaza y añádelas a nuestra mezcla de moussaka.
Ralla y agrega el ajo y las especias. Pica finamente la pimienta de cayena (cuidado que es muy picante). Revuelva y transfiera a una bandeja. Vierta dos tazas de agua o suficiente para cubrir los productos casi por completo.
Lleve al horno precalentado a 190 grados.
Para la bechamel calentar la mantequilla y el aceite a fuego medio y verter la harina de golpe. Revuelva hasta que tome un color ligeramente dorado y pierda su sabor a crudo.
Disuelva el yogur en la leche y viértalo en un chorro fino, revolviendo constantemente. (Solo añadimos yogurt para un sabor que combinará perfectamente con la moussaka, pero se sabe que generalmente no está contenido en los productos para la preparación de la bechamel clásica).
Cocine la salsa hasta que alcance el espesor deseado y una textura suave, revolviendo constantemente. Por último, salpimentar y sazonar con pimienta blanca.
Cubrir la musaka con la salsa bechamel y rallar el queso por encima. Hornear a 200 grados por un tiempo corto, hasta obtener una bonita costra dorada.
Dejar reposar el plato unos minutos antes de servir.
¡Buen provecho con esta moussaka de calabaza con topping!