Modo de preparación
Comenzar haciendo la masa. Calentar ligeramente 100 ml de leche y disolver en ella la levadura y una cucharada de azúcar. Mezclar bien, no es necesario esperar a que se forme espuma.
Tamizar la harina y hacer un hueco en el medio. Poner el azúcar que disolviste en el resto de la leche, el aceite, la levadura y la vainilla. Poco a poco amasar una masa suave y ponerla en un recipiente suficientemente grande. Cubrir con papel aluminio y dejar reposar durante aproximadamente 1 hora.
Mientras tanto, preparar la crema pastelera. Calentar la leche con el azúcar y justo cuando esté a punto de hervir, retirar del fuego y verter en chorro fino los huevos que has batido con la vainilla y la harina.
Volver a poner la mezcla al fuego y remover la crema durante unos 10 minutos o hasta que veas que se ha espesado.
Cubrir la crema con film transparente para evitar que se seque y dejar enfriar.
Amasar la masa durante 2-3 minutos y dejar reposar 5 minutos. Luego divídela en 10 partes iguales. Enrolle cada una en rectángulos y ponga dentro 2 cucharadas de crema. Dobla ambos extremos a lo largo y luego enrolla la parte estrecha.
Forre una bandeja grande con papel de hornear y coloque los bollos a distancia entre sí. Pincelarlos ligeramente con agua y dejar reposar nuevamente hasta que dupliquen su volumen. Puedes cubrirlos con un paño limpio.
Precalentar el horno a 200 grados. Volver a cepillar los bollos con agua y hornear durante unos 15-20 minutos o hasta que estén bien dorados. Alrededor del minuto 7 deberás reducir los grados a 180.
Pincelar los bollos horneados tan pronto como los saques del horno. Dejar enfriar y espolvorear con azúcar glass.
¡Los bollos de crema de vainilla son increíbles!