Modo de preparación
Secar bien los pimientos rojos asados y limpios.
La humedad se absorbe bien con papel de cocina para que no salpique al freír.
Agregar sal y preparar dos platos hondos. En uno batir los dos huevos y en el otro mezclar las dos harinas con la sal.
Pasar los pimientos primero por huevo, luego por harina y freír hasta que estén dorados por ambos lados. Retirar los pimientos rebozados al papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
Preparar la salsa blanca derritiendo la mantequilla con el aceite en una cacerola. Sofreír en ellos el ajo finamente rallado, luego verter la harina y remover durante uno o dos minutos.
Echa la leche en un chorro fino mientras bates constantemente con un batidor de varillas.
Cocinar la salsa hasta que espese y sazonar con sal, pimienta blanca y jugo de limón.
El modo de preparación de esta salsa es similar al de la Bechamel.
Servir los pimientos rebozados con la salsa blanca caliente, deliciosa y cremosa.
¡Buen provecho!