Modo de preparación
Separar las claras de las yemas de los dos huevos. Las yemas las guardo para otra receta, ya que no se pueden congelar a difrencia de las claras.
Montar las claras a velocidad baja de la batidora hasta que estén espumosos y añadir el azúcar en porciones. Continuar batiendo a máxima velocidad hasta que el azúcar se haya derretido por completo.
Durante el batido también se añade el crémor tártaro, su función es poder mantener espesas las claras montadas.
Se utiliza una manga pastelera con punta de estrella. Con un pincho largo de madera, unta el interior de la manga solo como una línea con el color correspondiente en los dos lados opuestos.
Pasar las claras a la manga pastelera con cuidado de que no se formen bolsas de aire. Si se hayan formado, expulsarlas presionando la bolsa y girando rápidamente para que no se salga la mezcla. Dejar a un lado.
Forrar una bandeja de horno con papel vegetal. Para que no se mueva el papel, poner un poco de la mezcla en los 4 lados debajo del papel.
Colocar los frutos secos en la bandeja dejando espacio entre cada uno Yo puse avellanas y nueces. Encima poner de las claras montadas formado unos preciosos merengues de colores.
Precalentar el horno a 220 gados. Introducir la bandeja con los merengues en el horno y apagarlo inmediatamente. No abrir la puerta.
Dejar los dulces dentro del horno hasta el día siguiente o un mínimo de 10-12 horas.
Por la mañana tendremos unos merengues con sorpresa de nueces y avellanas, bien sequitos y crujientes.