Modo de preparación
Horno - 180 grados;
Dos bandejas forradas con papel de hornear.
Batir la mantequilla y el azúcar en una batidora hasta que esté cremosa. Agregar la sal, las yemas de huevo y la vainilla. La harina se tamiza directamente sobre el bol de la batidora y se amasa hasta obtener una masa sablé relativamente suave.
Dividir en tres partes de igual tamaño. Una parte se separa a un lado y las dos restantes se dividen en seis partes.
Colorear cada pieza con colorante alimentario (yo tenía como colores blanco, amarillo, rojo, verde, azul, naranja). Envolver la masa reservada en film transparente y dejar en el frigorífico.
Mezclar la clara de huevo con el agua con un tenedor.
Cada uno de los trozos de masa de colores se extiende hasta un tamaño de 8x20 cm entre dos hojas de papel de horno.
Lo siguiente es colocar los trozos de masa de colores uno encima del otro. Los colores pueden estar ordenados como más te guste.
Untar la superficie de la masa inferior con clara de huevo mezclada con agua.
Colocar el siguiente trozo de masa del color que prefieras y pincelar nuevamente con clara de huevo. Extiende las demás piezas de la misma forma y acomódalas.
Pasar un rodillo sobre la pila resultante con una ligera presión, lo suficiente para unir la masa. Cubrir con papel aluminio o film transparentey refrigerar por 1 hora.
Sacar la masa enfriada y nivelar los extremos con la ayuda de un cuchillo bien afilado. Guardar los recortes de masa y aplilarlos sin que se mezclen los colores.
Necesitas un molde para cortar galletas, 2 cm de diámetro (puede ser liso o rizado).
Con un cuchillo ancho y afilado cortar la masa en rodajas de 2 cm y colocarlos tumbados. Se coloca el molde sobre la masa y se corta una galleta. Se unta la superficie de las piezas cortadas con clara de huevo con el agua, luego se conectan, se disponen entre sí o una encima de otra, cuidando que no se superpongan los colores. Dependiendo del tipo de molde se obtiene un rollo de color o un triángulo de color.
La masa blanca enfriada se divide en tres partes, porque las mechas de colores también salieron tres.
Cada trozo de masa blanca se extiende lo suficientemente grande como para envolverlo alrededor de un cilindro de color, aplanado. Luego, rebozar el cilindro resultante en fideos de azúcar de colores. Presionar ligeramente para que se peguen. Hacer lo mismo con el resto de rollitos de colores.
Los restos se recogen y se les da forma de cilindro grueso, sin mezclarlos.
Envolver la masa en papel de aluminio y dejar en el frigorífico 1 hora para que endurezca y se pueda cortar con un cuchillo sin perder su forma.
Cortar la masa enfriada en discos de unos 2-2 y 1/2 cm. Disponerlos en la bandeja para hornear dejando espacio entre cada uno.
Hornear a 180 grados durante 8-10 minutos - las galletas deben quedar blancas.
¡Las galletas arcoíris para Semana Santa quedan super chulas!
