Modo de preparación
Horno - 200 grados;
Bandeja forrada con papel de hornear.
Las patatas se lavan con un cepillo con agua corriente, sin pelar. Colócalas en una olla grande con suficiente agua a fuego moderado.
Durante la cocción no se las pincha con un tenedor, para que no se les agriete la piel. Hervir durante unos 20-25 minutos, no deben estar completamente hervidos. Retirar del fuego y dejar enfriar por completo.
Mientras tanto, los champiñones se limpian y se cortan en daditos pequeños.
Derretir y calentar el aceite en una sartén, agregar los champiñones, salarlos con un poco de sal, esto ayuda a extraer su agua, y dejarlos guisar a temperatura moderada hasta que quede solo la grasa.
Añadir una cebolla finamente picada, una pizca de tomillo y ajo prensado. Remover durante 2-3 minutos para darle sabor al champiñón y agregar la cucharada de harina. Vierte la nata y déjala a fuego moderado, para reducir la mezcla, no debe quedar líquida. Hay que remover todo el rato.
Las patatas junto con la piel se cortan a lo largo. Con un cuchillo afilado, corte con cuidado el interior de cada mitad en rombos sin tocar la piel.
Raspar con una cuchara, para que queden como cucharones de patatas. Triturar la pulpa de patatas con un tenedor y añadir a la mezcla de nata, poner un poco más de sal si es necesario. Agregar el puré de patatas ayudará a absorber completamente la grasa de la mezcla.
Colocar las patatas ahuecadas en un molde plano cubierto con papel, rellenarlos bien con la mezcla de champiñones y alisar la parte superior con un tenedor.
Hornear a 200 grados durante 15 minutos.
Retirar del horno y cubrir cada una de las patatas rellenas con unas pizcas de queso rallado.
Hornear nuevamente por otros 15 minutos.
Retirar las patatas rellenas, dejarlas enfriar durante 10-15 minutos y servir con ensalada verde.
Las patatas rellenas de champiñones y nata están listas.