Modo de preparación
Preparar la crema calentando la leche con el azúcar, la vaina de vainilla , el extracto y la piel de naranja. Una vez que hierva, reducir el fuego a bajo.
En otro recipiente aparte, batir los huevos con la harina y, para que no se espese demasiado, añadirles unas cucharadas de leche.
Retirar la cáscara de naranja y la vaina de vainilla y verter la mezcla de huevo en un chorro fino. Cocinar la crema a fuego lento hasta que espese batiendo con unas varillas de mano. No es recomendable subir la temperatura para que no se corte la clara del huevo.
Finalmente agregar el ron y la mantequilla. Deje que la crema se enfríe, revolviendo de vez en cuando para evitar la formación de una costra en la superficie.
Mientras tanto, prepare la masa para el pastel.
Tamizar la harina y la levadura en un bol. Batir los huevos con el azúcar y verter en el bol con la harina junto con el aceite y el zumo de limón. Amasar una masa suave. No hace falta amasar demasiado tiempo, sino solo el tiempo que sea necesario para combinar los productos y lograr una tersura.
Divida en dos bolas, una más grande que la otra. En una superficie enharinada, extienda la porción de masa más grande formando una lámina redonda y relativamente delgada (con un diámetro de al menos 3 cm más grande que el del molde en el que se va a hornear, en mi caso tenía 26 cm de diámetro y el molde es desmontable para más comodidad).
Coloque la masa estirada en el fondo del molde, previamente engrasado o cubierto con papel de hornear. Pegue los bordes que sobresalen firmemente en las paredes del molde. Vierta la crema y cubra con el resto de la masa, también estirada en una lámina fina. (En estirar la masa vamos espolvoreando más harina para que no se nos pegue).
Espolvoree con piñones y coloque el pastel en el horno precalentado a 185 grados durante unos 30-35 minutos o hasta que esté bien dorado en la superficie.
Una vez que el pastel se haya enfriado, espolvoree con azúcar glass.
¡Disfrutar!
