Modo de preparación
Precalentar el horno a 190 grados.
Lavar bien las cabezas de remolacha, sin pelarlas. Cepillar con un cepillo suave para retirar restos de tierra y luego secar bien.
Salar las remolachas, untarlas con aceite de oliva y enrollar cada una de las raíces por separado con papel de aluminio. El aluminio debe estar bien pegado a la verdura, sin aberturas y huecos.
Colocar las verduras de raíz en una fuente apta para el horno y hornear durante 1 hora y media. Comprobar con un palillo si la remolacha está tierna - si el palillo entra con facilidad, están al punto y completamente listas.
Dejar enfriar un poco y entonces desenrollar el papel de aluminio. La remolacha se debe pelar mientras aún está ligeramente templada, por lo tanto, no esperes de que se enfríe porque te costará más. La piel se retira muy fácilmente, y el hecho de que los dedos estén pintados no debe preocuparte porque el tinte rojo se lava con agua.
Así preparada la remolacha es ideal para emplear en diferentes ensaladas, puré y cremas, gratinados u otras preparaciones.
¡Buen provecho!