Modo de preparación
El clásico brioche francés es muy etéreo, ligero, con un atractivo aroma y sabor a mantequilla. Como puedes adivinar, la mantequilla juega aquí un papel clave, así que elige una de buena calidad.
Te aconsejo que uses una batidora para mezclar y amasar la masa de pan dulce, ya que es un poco especial y bastante complicada para amasar a mano. Se parece un poco a la masa de Cozonac.
Ponga en el vaso de la batidora o robot de cocina la levadura, partida en pedazos, y la leche. Remueve, añade los huevos, la harina previamente tamizada y el azúcar.
Bate o amasa durante 7 minutos. La masa debe ser suave y elástica, probablemente será algo pegajosa, pero no te preocupes por eso.
Añada la sal y la mantequilla, partida en trozos. Amase con la amasadora durante otros dos minutos sin interrupción. Una vez lista la masa, dejar leudar durante 120 minutos tapada con un paño húmedo.
Pasado este tiempo, retira la masa de mantequilla del bol. Te será más fácil si te engrasas las manos para que no se pegue la masa. Dale forma cilíndrica y colóquela en una fuente rectangular lo suficientemente grande porque casi triplicará su volumen en el proceso de horneado. Si no tienes un molde adecuado, puedes dividir la masa en dos partes. Dejar leudar una vez más durante 2-3 horas.
Cuando veas que el brioche está bien hinchado, unta con la yema de huevo, que previamente has batido bien. Hornee el suntuoso pan francés durante media hora a 170-175 grados. Póngalo en la rejilla inferior porque se hinchará aún más al hornear.
Además, si ves que a los 15 minutos empieza a adquirir un color tostado oscuro, cúbrelo con papel de aluminio. No abras el horno hasta el minuto 15.
Si quieres, puedes espolvorear el broche terminado y enfriado con azúcar glass o servirlo sin él, cortado en rodajas.