Modo de preparación
La carne de ternera debe estar muy fresca, de buena calidad y bien limpia de venas y grasas, porque el carpaccio se consume crudo.
Envolver el solomillo en film transparente y guardarlo en el congelador para que se endurezca un poco y sea más fácil de cortar. El corte fino se realiza con un cuchillo bien afilado.
Después de cortar el solomillo de ternera en finas láminas, disponerlas una encima de otra, separadas entre sí con unas hojas de papel de hornear para que no se peguen.
Puedes guardarlas en la nevera hasta el momento de aliñar y servir o dejarlas a temperatura ambiente para que se relajen un poco.
Sazonar y aliñar el carpaccio justo antes de servir. Para ello, mezclar el jugo de limón, la albahaca, la pimienta negra, sal y aceite de oliva.
Disponer las láminas de ternera en un plato ancho sin que se superpongan y rociar con el aliño preparado. Espolvorear con parmesano rallado o cortado en escamas.
El carpaccio de ternera tradicional está listo.