Modo de preparación
Una trufa de calidad no necesita casi nada, porque tiene un sabor único que no se debe mezclar mucho con otros sabores fuertes.
A este carpaccio, sólo le añadiremos una ligera emulsión de yema que potenciará el aroma de la trufa, pero se puede servir fácilmente sin ella, solo con un chorrito de buen aceite de oliva.
En primer lugar, si utiliza un producto fresco, límpielo con un cepillo ligeramente húmedo. Puede lavar la trufa, pero luego asegúrese de secarla bien. También es una opción hacer el carpaccio a partir de trufas enteras de lata, pero esto es solo en caso de que no puedas conseguir trufas frescas de calidad.
Use un dispositivo especial para cortes finos o un rallador con accesorio adecuado para hacer que la trufa quede en círculos uniformemente delgados. Una vez cortadas, disponer en platos y rociar con buen aceite de oliva.
Si decides acompañar con la emulsión, tritura las yemas con sal y pimienta. Agregue el vinagre y revuelva enérgicamente, luego vierta un chorro fino de aceite de oliva y bata hasta que comience a emulcionar. Sigue agregando aceite sin dejar de batir hasta conseguir una crema ligera.
No debes verter la emulsión encima del carpaccio de trufa, simplemente deje caer chorros finos alrededor de las trufas.
Servir con pan tostado, rociado con la emulsión de yema.
Disfrutar de un aperitivo o tapa servido con elegancia y mucho lujo.
Acompañar el carpaccio de trufa con una copa de vino blanco espumoso.
