Modo de preparación
Estirar con un rodillo las dos láminas de hojaldre para afinarlas. Después de pasar el rodillo, deben obtener un tamaño de 30x30 cm, pero puedes cortarlas o darles forma adecuada para que quepan en la bandeja que colocaras el pastel de crema (es aconsejable que tenga un fondo desmontable).
Pincha las láminas de hojaldre con un tenedor y hornéelas una por una en el horno precalentado a 200 grados durante 15 minutos cada una.
Puede que aunque esté pinchada , la masa se hinche. En un caso así, es suficiente solo una lámina de masa, porque se ha hinchado tanto que se puede partir en dos (longitudinalmente) y así se obtienen dos bases, que es lo que necesitamos.
Para la crema de vainilla, calentar lentamente la leche con la vaina de vainilla partida y el azúcar. Cuando comience a hervir, retira del fuego, deja reposar durante 10 minutos para aromatizar bien la leche y luego retira la vaina.
Batir los huevos con la harina. Poner la leche de nuevo a fuego medio y vierta la mezcla de huevo.
Cocinar la crema durante unos 10 minutos o hasta que espese, luego dejar enfriar.
Dado que el objetivo es hacer que la crema sea más ligera y etérea, la harina utilizada como espesante no es mucha. Esto no es un problema, porque en medida que se vaya enfriando, espesará.
Sin embargo, si vas a montar la tarta directamente sobre una bandeja plana, existe el riesgo de que de derrame al aplicarla. Por eso te recomiendo que una vez enfríese la crema y aun esté fina y suave, calienta una parte de ella hasta llegar la temperatura de 80 grados y disuelva la gelatina prehidratada. Regrese la mezcla a la crema, revuelva y refrigere hasta que esté firme.
Aplicar la crema de huevo en una capa uniforme sobre una de las láminas de masa horneadas. Alise y refrigere por 4 horas.
Para la crema de nata, montar la nata con el azúcar y el azúcar de vainilla.
Extender en una capa gruesa sobre la crema de vainilla.
Para la segunda base se hojaldre, tienes la opción de colocarla tal y como está encima de la crema o cortarla previamente en cuadrados y entonces disponerlos sobre la crema. Esto se hace para no ejercer presión sobre la nata, imprescindible al cortar la tarta de hojaldre, sobre todo el primer día cuando aún esta más duro y crujiente (después de reposar una noche en la nevera se suaviza un poco).
Espolvorear el pastel de crema con azúcar en polvo mezclada con azúcar vainillado y guardar en la nevera para que cuaje. Lo dejo para una noche y así al día siguiente está perfecto.
¡Buen provecho!