Modo de preparación
Horno - 170 grados;
Molde de cerámica engrasado, 32/22 cm.
Calienta el aceite de oliva y el trozo de mantequilla en una sartén. Añada la cebolla, cortada en rodajas finas y cocine a fuego lento hasta que esté suave y dorada, revolviendo periódicamente. Retire con una espumadera, reservando la grasa.
Pela las patatas y córtalas en rodajas finas.
Engrase la fuente de horno, al igual que sus paredes, con la grasa de la cebolla, y disponga los gajos de patata con una ligera superposición de una capa. A continuación, distribuya una capa de cebolla frita, sazonada con sal, pimienta y tomillo. Vierta el caldo de pollo para cubrir las patatas. Con un cepillo de silicona, engrasa la capa superior con la grasa de cebolla.
Hornea a 170 grados durante unos 30-40 minutos o hasta que las patatas absorban el líquido.
Retire del horno y se espolvoree con queso rallado.
Luego vuelva a meter al horno hasta que el queso se derrita y se obtenga una costra dorada.
Las patatas boulangére se pueden disfrutar como plato principal o como guarnición.
El origen de la receta de estas patatas al horno es hace varios siglos en Francia, cuando la gente de las zonas rurales no tenía hornos propios.
En su camino a la iglesia para el servicio dominical, las mujeres dejaban el domingo carne asada rodeada de rodajas de cebolla y papas en el horno local, donde se cocinaba mientras la familia estaba en oración.