Modo de preparación
La leche y la nata se calientan junto con la vaina de vainilla partida en dos. No deben hervir.
Las yemas se baten y se añaden a la mezcla de leche. Se añade la stevia y se remueve durante unos 8-10 minutos a fuego lento o al baño maría, para no cortar el huevo.
Se obtiene una crema fina, que se vierte en un recipiente apto para congelar o en una máquina de helados. No debe quedar una capa gruesa (máximo 4 cm), espera a que se enfríe y retira la vaina de vainilla.
El helado de vainilla se congela durante un mínimo de 12 horas, revolviendo ocasionalmente para evitar que se formen cristales. Si se usa una máquina para hacer helados, no hace falta hacer este trabajo.
Cuando el helado se endurece, está listo para comer.
En caso de que haya cristales, se puede batir en una licuadora antes de servir para que quede esponjoso. En cualquier caso, este helado no se pone muy duro, pero es ligero y tierno.
El sabor de este helado de vainilla sin azúcar es espectacular y la falta de azúcar no se nota en absoluto.