Modo de preparación
Limpiar las pechugas de pato de pieles y venas. Hacer incisiones en forma de diamante en la piel sin llegar a la carne. Puede usar dos magrets más pequeños o un magret grande.
Espolvorear la carne con pimienta negra recién molida y romero seco. Frotar bien las especias por ambos lados, y poner sal solo por el lado de la piel (también frotando).
Colocar los magrets, con la piel hacia abajo, en una sartén antiadherente a fuego bajo/moderado. Déjalo así unos 8-10 minutos para que se separe la grasa de la piel, se broncee bien y quede crocante.
Cuando esto suceda, aumentar un poco el fuego y voltear la pechuga de pato para dorar el otro lado durante unos 5 minutos. Si desea que la carne esté más rosada por dentro, cocine por menos tiempo y, respectivamente, si la quiere más cocida, aumente el tiempo en uno o dos minutos, pero no demasiado, para no resecar.
Retirar los magrets a un plato y envolverlos en papel aluminio para mantenerlos calientes. Bajo ninguna circunstancia los corte en esta etapa, porque se les saldrá el jugo y no quedarán jugosos.
En la grasa separada de la piel del pato, sofreír la cebolla cortada en finas medialunas. Si la grasa es demasiada, quite un poco de ella.
Rehogar la cebolla a fuego bajo/moderado con una pizca de sal hasta que se ablande y empiece a caramelizarse. Luego poner las frutas physalis cortadas en rodajas y revolver durante 1-2 minutos. Luego incorporar la miel, revolver nuevamente durante uno o dos minutos y agregar el vinagre balsámico y el jugo de naranja.
Cocinar hasta que se reduzca y espese, eventualmente aumentando el calor.
Cuando la salsa esté lista, puedes hacer puré o dejarla como está.
Colocar las pechugas de pato en una bandeja o plato plano. Cortarlas (no demasiado delgados) y servir con la deliciosa salsa.
El magret de pato con salsa de physalis y miel es un plato festivo apto para cualquier ocasión.
¡Disfrute de su comida!