Modo de preparación
Blanquea el brócoli (en floretes) en agua con sal junto con la zanahoria cortada en tiras finas.
Escurra las verduras y pícalas finamente.
Calienta una sartén con la mantequilla y un poco de aceite de oliva y sofríe en ella una cebolla cortada en medias lunas finas. La cebolla debe cocinarse lentamente para caramelizar.
Una vez que esté lista, ponga el calabacín, previamente rallado. Sazone con sal y cocine hasta que estén bien tiernos.
Mezcle las dos verduras con las otras dos (brócoli y zanahorias). Añadirles 40 g de queso rallado y mezclar. Usé queso Mahón.
Prepara la bechamel calentando el aceite de oliva a fuego medio hasta que empiece a burbujear. Vierta la harina de golpe y revuelva durante aproximadamente uno o dos minutos hasta que se dore. Luego, vierte 500 ml de la leche sin dejar de batir con un alambre de cocina, sazona con sal y cocina hasta que la salsa espese. Finalmente, sazone con pimienta blanca y nuez moscada.
La verdad es que la bechamel con aceite de oliva es genial y no tiene nada que envidiar a la original, que se hace con mantequilla.
Vierta 1/3 sobre el relleno de verduras, mezcle y sazone con orégano, pimienta negra y comino (el comino va bien con el brócoli).
Pasa el relleno a una manga pastelera con punta lisa y así rellenarás fácilmente los tubos de pasta para canelones.
Mientras tanto, remueva la bechamel terminada para que no se haga costra.
Vierta los 100 ml de leche restantes (si es muy espesa, puede diluirla más). Bate bien hasta que quede suave. El objetivo es que la salsa se licúe, para que no se endurezca durante el horneado, sino que permanezca cremosa y ligera, y para que la pasta se absorba y se ablande bien.
Ponga un poco en el fondo de la fuente para hornear. Disponer los canelones y cubrir con la bechamel restante.
Hornea los canelones bajo papel aluminio durante unos 25 minutos o hasta que la pasta esté blanda, luego espolvorea con queso (los 180 g restantes) y hornea hasta que estén ligeramente dorados.
Sirve los canelones con relleno de brócoli y calabacín con un buen vino y ¡disfruta!
¡Buen provecho!